Confirman una condena a prisión contra un joven acusado de violar a su exnovia


De acuerdo al fallo de la Casación porteña, el imputado y la denunciante se conocieron en el ambiente de un deporte poco usual. Salieron un tiempo y dejaron de verse tras el episodio de agresión. Un video íntimo sirvió de detonante

Seis años de cárcel por cometer abuso sexual con acceso carnal y violencia en perjuicio de su exnovia. Así lo había dispuesto el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional (TOCC) N° 13 porteño, y así lo confirmó esta semana la Cámara Nacional de Casación tras realizar un análisis exhaustivo de las actuaciones. En su decisión, los camaristas consideraron que la denuncia de la víctima, presentada años después de la violación, “encontró sustento en un sólido cuadro probatorio” que brindó un respaldo “indiscutible” a su versión de los hechos. El fallo también consignó que un vídeo íntimo fue uno de los elementos que gatilló el proceso.

La resolución que apeló la defensa de Luciano S., dictada en junio de 2022 por el juez del TOCC 13 Adolfo Calvete, había dado por acreditado queel joven cometió el delito contra L.M. durante el mes de febrero de 2015, mientras ambos se encontraban en la casa del imputado, “oportunidad en la cual, pese a la resistencia y la negativa de la damnificada, Luciano S. (…) la accedió con su pene por vía vaginal, al tiempo que le dijo que si dejaba de resistirse no le pegaría más. De igual manera que previamente la había arrojado sobre la cama, golpeándola en el rostro, primero con la mano abierta y luego con el puño cerrado y mientras se tapaba la cabeza, el imputado la accedió vaginalmente mientras profería dicha amenaza”.

De acuerdo a esa sentencia, al momento de los hechos la pareja ya estaba rota. Se habían conocido a comienzos de 2014 a través de un deporte llamado “roller derby”, donde ella era jugadora y él se desempeñaba como árbitro. En julio de ese año comenzaron a estar juntos y en agosto se pusieron de novios hasta su ruptura en diciembre, a instancias de Luciano. Como consecuencia del deporte, considerado de nicho, siguieron cruzándose tiempo después.

En rigor, un sábado de febrero de 2015, los dos fueron a un boliche en el barrio porteño de Palermo con dos amigos más. Cuando salieron de bailar, el imputado y la denunciante se tomaron juntos un colectivo porque vivían relativamente cerca. En un momento dado, según validó el juez del tribunal oral que dictó la condena, el joven le preguntó si quería ir a su casa y ella aceptó “sabiendo que era con la intención de tener relaciones sexuales”.