En medio del ajuste de fiscal y los discursos de odio, las marchas pondrán a la Ley Bases y los recortes en el foco del reclamo. El blanqueo de armas y los lesbicidios de Barracas. Informe de la UFEM en la Ciudad marca retrocesos.
Mujeres y comunidades LGBTQ+ volverán a marchar este lunes contra la violencia de género en el noveno aniversario de “Ni una menos”. Este año, el reclamo contra los femicidios se centrará en la falta de presupuesto para políticas públicas de la mano del ajuste fiscal del Gobierno de Javier Milei. La Ley Bases con su impacto en la moratoria previsional y los recortes a programas de prevención serán algunos de los ejes.
Las marchas, que se replicarán en todo el país con la movilización central hacia el Congreso desde las 16, apuntarán contra la violencia económica y los “discursos y crímenes de odio” que se exacerbaron con la llegada del Gobierno libertario.
Los planteos señalan que “con hambre y odio no hay libertad”, mientras que los datos indican que con el fin de la moratoria previsional que plantea el Gobierno, 9 de cada 10 mujeres no podrá jubilarse. Entre las consignas que dejaron las centrales sindicales como la CGT y la CTA, están “abajo el DNU” y “No a la Ley Bases”.
El pedido de las bases de organizaciones de mujeres incluye también que la CGT y la CTA llamen a un paro general contra los efectos del ajuste del Gobierno. Según los datos de la UCA, en el primer trimestre de Milei se duplicó la indigencia, ahora en el 18%, mientras que la pobreza saltó al 55%.
Por otra parte, desde las mujeres del Frente Renovador se rechaza también “el avance del blanqueo de armas“. “Desregularizar el mercado de armas incrementaría la violencia y sería funcional al delito y al crimen organizado. Queremos más educación. Queremos libros, no armas”, plantearon.
Sobre el impacto del ajuste en las políticas de prevención y para generar equidad, la economista Lucía Cirmi indicó que “de 43 políticas nacionales existentes para la igualdad en el trabajo y en el cuidado, Milei sólo dejó 7 en pie”, en base a datos del CELS. Sin igualdad material es imposible resolver la violencia desde su raíz”.
En medio de las demandas por el reparto de comida a los comedores que generó tensión dentro del Gobierno y en particular del ministerio de Capital Humano que dirige Sandra Pettovello, con denuncias por contrataciones y alimentos vencidos, la economista consideró que “la comida guardada en galpones es la escena mas gráfica de todo un Estado que está paralizado. Las que gestionan los comedores son mujeres, y las que llevan a sus niños a comer ahí también“.
Lesbicidio en Barracas
Otro de los ejes es el pedido de justicia por el triple lesbicidio de Pamela Cobbas, Roxana Figueroa y Andrea Amarante en una pensión de Barracas, donde también se apuntó contra el crecimiento de los discursos de odio. El portavoz del Gobierno, Manuel Adorni, respondió señalando que la palabra “lesbicidio” no está en el diccionario de la Real Academia Española (RAE).
“Es cierto que la palabra lesbicidio no está en la RAE, pero está en la calle, en la vida real de mucha gente y no debería parecernos normal”, le respondió la cantante Lali Espósito en la última entrega de los premios Gardel. La sobreviviente, Sofía Castro Riglos, es querellante en la causa por la que está detenido Justo Barrientos.
En CABA, retrocesos en los femicidios
En medio de los recortes presupuestarios, los datos de la violencia de género son preocupantes. En 2023 se produjeron 20 homicidios dolosos de mujeres en la Ciudad de Buenos Aires, de los cuales 12 fueron clasificados como femicidios por la Unidad Fiscal Especializada en violencia contra las mujeres (UFEM) de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de la fiscal Mariela Labozzetta. Esto representa el 60% de los casos.
La información surge del noveno informe anual sobre “Femicidios, transfemicidios, travesticidios y homicidios dolosos de mujeres en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. En comparación contra el año pasado, “creció la cantidad de homicidios dolosos con víctimas femeninas, de 12 de 2022 a 20 en 2023, retornando a la media histórica de casos, luego de una inusual baja en la cantidad de casos durante 2022″, enfatizó el reporte.
“Las 20 víctimas de homicidios dolosos fueron agredidas por 25 autores/as, todos ellos/as ya identificados/as. Después de 2 años sin víctimas transgénero o travestis (2021 y 2022), el año pasado se produjo un transfemicidio. Además, se relevó un homicidio doloso, sin aparentes razones de género, cuya víctima fue una mujer trans”, enfatizó el informe.
Por otra parte, el año pasado también se registraron dos víctimas de femicidio en situación de calle, luego de que no se registraran este tipo de casos durante 2022.
En promedio, las víctimas de femicidio tenían 40 años, con un mínimo de 21 y un máximo de 57 años. El 33% eran extranjeras, elevándose la proporción respecto del año anterior. Del total de víctimas de femicidio, 8 tenían hijos/as.
Al menos 7 de 12 víctimas habían padecido previamente situaciones de violencia de género por parte del agresor, con anterioridad al femicidio. En 5 casos los habían denunciado penalmente, aunque al momento de los hechos ninguna de ellas tenía medidas de protección vigentes.
Los principales mecanismos de agresión letal para los femicidios de 2023 fueron los golpes y/o la fuerza física directa (5 de 12 casos) y el uso de armas blancas (5 de 12 casos), concentrando entre ambas categorías (golpes y arma blanca) a 8 de cada 10 casos de femicidio del último año.
El informe fue realizado por el área de Análisis Criminal y Planificación, donde se relevan y categorizan los homicidios dolosos de mujeres en la Ciudad de Buenos Aires desde 2015, a través de la aplicación de un sistema estandarizado de medición por indicadores.