La protesta afecta a los trenes, aviones, subtes, camiones y barcos, mientras los movimientos sociales harán 500 cortes de calles y ollas populares en todo el país. El Gobierno advirtió que garantizará la libertad de trabajo. Hay huelga de docentes y universitarios
- Paran durante 24 horas trenes, aviones, subtes, camiones y barcos. Los colectivos funcionan normalmente. .
- Los movimientos sociales planean 500 cortes de calles en todo el país.
- El Gobierno asegura que garantizará la libertad de trabajo y uso de transporte.
Lo esencial: rige un paro de 24 horas durante este miércoles de gremios del transporte y otros sectores en conflicto, como estatales y docentes, en contra del gobierno de Javier Milei. A la medida de la Mesa Nacional del Transporte, se sumaron movimientos sociales como la UTEP, que hará una protesta con cortes de calles y ollas populares que se harán en todo el país. La Unión Tranviarios Automotor (UTA) no participa y espera renegociar salarios hoy antes de la medida de fuerza que los colectivos convocaron este jueves. Con apoyo de grupos sindicales, piquetes y paros en servicios de transporte, la protesta amenaza con provocar tensiones en las calles, mientras el Ejecutivo advierte que hará respetar el protocolo antipiquetes.
Los sindicatos del transporte realizan hoy un paro de 24 horas para el que lograron la adhesión de gremios en conflicto como estatales, docentes y universitarios, en una protesta contra el gobierno de Javier Milei que no apoyó oficialmente la CGT y sí las organizaciones piqueteras.
La medida de fuerza, impulsada por la Mesa Nacional del Transporte, afecta los servicios de trenes, aviones, subtes, camiones y barcos, aunque no los colectivos ya que el gremio que agrupa a los choferes, la Unión Tranviarios Automotor (UTA), no adhirió a la medida de fuerza y anunció una propia de 24 horas para mañana jueves. Sin embargo, esta tarde retomará las negociaciones salariales con los empresarios en la Secretaría de Trabajo para intentar un acuerdo que permita levantar la protesta.
La participación de los movimientos sociales, a través de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), podría generar tensión con las fuerzas de seguridad: realizarán 500 cortes de calles con asambleas y ollas populares en todo el país, en desafío al protocolo antipiquetes del Gobierno. En la Ciudad de Buenos Aires, el epicentro de las protestas piqueteras será una olla popular que se instalará en la Plaza Constitución, donde prevén movilizar unas 5.000 personas.
Las luces de alerta se prendieron en la Casa Rosada luego de que un sector duro de los piqueteros, el Polo Obrero, se sumó a la jornada de protesta de los sindicatos del transporte y su líder, Eduardo Belliboni, advirtió: “Vamos a hacer piquetes en cada distrito y a hacer bloqueos donde haya que hacer bloqueos para que se cumpla esa medida; vamos con todo”.
La respuesta del Ministerio de Seguridad de la Nación, que dirige Patricia Bullrich, fue drástica: “Vamos a garantizar que no haya ninguna unidad productiva que quiera trabajar y no pueda hacerlo por un bloqueo”, dijeron a Infobae en esa cartera. Agregaron que se actuará para que los colectivos puedan funcionar con normalidad y recordaron que la línea 134 está habilitada para recibir las denuncias de quienes quieran trabajar y sufran aprietes sindicales para que adhieran al paro.
La Mesa Nacional del Transporte está integrada por dirigentes del ala dura del sindicalismo -moyanistas y kirchneristas- y algunos aliados: sus socios originales son Pablo Moyano (Camioneros), Pablo Biró (pilotos), Juan Pablo Brey (aeronavegantes), Omar Maturano (La Fraternidad), Juan Carlos Schmid (FEMPINRA), y Raúl Durdos (SOMU). A ellos se sumaron después Beto Pianelli y Néstor Segovia (metrodelegados), Marcelo Pariente (motoqueros), Jorge García (peones de taxis), Graciela Aleñá (viales) y Roberto Coria (guincheros), entre otros. Mario Calegari, de la UTA, fue parte del grupo que creó la Mesa, pero en los hechos ya dejó de pertenecer a este sector.
“Va a ser una gran jornada nacional de protesta, mucho más que un paro de transporte”, adelantó Brey, uno de los máximos impulsores de la medida de fuerza, que anticipó que “no va a haber trenes, subtes, aviones y barcos y, además, se sumarán otros sindicatos que también están atravesados por las decisiones de este Gobierno”.
“Los trabajadores entienden que peleamos no sólo por cuestiones sectoriales sino por la educación, la salud, los jubilados y todo lo que este gobierno está destruyendo -dijo-. Siempre vamos a luchar por los derechos de los laburantes. Alguien tiene que ponerse al frente de resistencia ante tanto avasallamiento. Esto transciende al transporte, es una cuestión de defendernos como pueblo”.
La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) es uno de los sindicatos que se sumó al paro del transporte a través de una huelga de 36 horas en el sector público que comenzó en el mediodía de este martes con una movilización hacia el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, encabezado por Federico Sturzenegger, en la avenida Roque Sáenz Peña 788.
Rodolfo Aguiar, titular de ATE, habló desde un escenario instalado en la calle: “La medida de fuerza tiene pleno consenso en los trabajadores y cada vez más legitimidad de cara a la sociedad -dijo-. Se va a cumplir un año de la gestión Milei y ya está claro quiénes ganaron y quiénes perdieron por las políticas instrumentadas en estos 11 meses. Las empresas mayores que cotizan en la Bolsa de Comercio quintuplicaron sus ganancias mientras que los salarios, las jubilaciones, los ingresos de la clase media y sectores populares se derrumbaron, están por el piso”.
El dirigente estatal aseguró que “esta semana en la Argentina hay un virtual paro general” y puntualizó que “las protestas incluso trascienden a los sindicatos que las convocamos y las impulsamos: la conflictividad va a ir en ascenso y diciembre será un mes muy caliente”.
Llamó la atención el silencio de la CGT ante el paro dispuesto por la Mesa Nacional del Transporte, aunque es cierto que el sector dialoguista de la central obrera, mayoritario, llegó a un acuerdo con el Gobierno y negocia tanto la reglamentación del artículo anti-bloqueos de la Ley Bases como la integración de una mesa de diálogo tripartita junto con los empresarios del Grupo de los 6.
En cambio, un grupo de sindicatos de la CGT, alineados con el moyanismo y el kirchnerismo, expresó su respaldo a la huelga de este jueves a través de un comunicado de prensa, firmado, entre otros, por la UOM, la Asociación Bancaria, SMATA, gráficos, canillitas y caucho. “Nos encontramos enfrentando una amenaza real: el modelo económico que propone Javier Milei busca desmantelar el rol del Estado y priorizar un libre mercado descontrolado. Esta visión pone en peligro los derechos que conquistamos con esfuerzo y sacrificio a lo largo de décadas de lucha”, señalaron.
También se plegaron al paro del transporte las dos fracciones de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), que lideran Hugo Yasky y Hugo Godoy; sindicatos docentes como CTERA, Ademys, SUTEBA, UDOCBA y la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) y del sector universitario como Conadu, Conadu Histórica, la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN) y la Federación Argentina del Trabajador de Universidades Nacionales (FATUN).
En cambio, los gremios que agrupan al personal de la AFIP y la Aduana no se sumaron a la medida porque el Gobierno dictó la conciliación obligatoria en el conflicto generado por la disolución del organismo encargado de la fiscalización del régimen impositivo, aduanero y de la seguridad social.