Marcelo Faiden y Sebastián Adamo, decano y profesor, compiten por el premio Mies Crown Hall Américas 2025 con propuestas de Estados Unidos, Canadá y México; el ganador se anunciará el 5 de mayo
Dos argentinos fueron nominados como finalistas para el Premio Mies Crown Hall de las Américas (MCHAP) 2025, destacándose entre los cinco proyectos seleccionados. Marcelo Faiden y Sebastián Adamo, decano y profesor de la Escuela de Arquitectura y Estudios Urbanos de la Universidad Torcuato Di Tella, fueron reconocidos por su proyecto Clínica Veterinaria Guayaquil, ubicado en la calle Guayaquil 650, en el barrio porteño de Caballito. El ganador será anunciado el 5 de mayo durante un simposio en el Instituto de Tecnología de Illinois, y los autores del proyecto seleccionado recibirán una cátedra en la institución, un premio económico de US$50.000 para investigación y publicación, y la prestigiosa distinción.
En 2024, el proyecto de los arquitectos Juan Campanini y Josefina Spósito, un edificio de departamentos en la calle Virrey Avilés 3462 en el barrio porteño de Colegiales, fue elegido como uno de los cuatro finalistas al Premio Mies Crown Hall Américas (MCHAP) 2024 en la categoría de “Prácticas Emergentes”.
La Clínica Veterinaria Guayaquil surgió a partir de la transformación de una casa urbana de principios del siglo XX, cuyo reciclaje permitió redefinir por completo su espacialidad y funcionalidad. El proceso comenzó con la demolición de la crujía central, donde originalmente se ubicaba el sistema circulatorio de la vivienda, para dar lugar a un nuevo pasaje semicubierto que conecta la calle con un jardín interior. Este corredor, atravesado por un suelo de cemento con piedra expuesta diseñado especialmente para la circulación de las mascotas, no solo mejora la accesibilidad sino que también aporta fluidez a la distribución del espacio.
La organización programática del edificio se resolvió en dos niveles: en la planta baja se dispusieron la tienda y los consultorios veterinarios, mientras que en la planta superior se ubicaron el laboratorio, la sala de rayos X y el quirófano. Para unificar la identidad del conjunto y mejorar el comportamiento térmico de la construcción, los muros preexistentes fueron revestidos con chapa corrugada tanto en el frente como en el contrafrente, una intervención que permitió consolidar muros ventilados y, al mismo tiempo, homogeneizar la lectura material del edificio.
Marcelo Faiden, decano de la Escuela de Arquitectura y Estudios Urbanos de la Universidad Di Tella, explicó que la clínica responde a una necesidad creciente en la vida urbana, donde las mascotas juegan un rol esencial. “Queríamos ofrecer un espacio que no solo cubriera las funciones de una clínica veterinaria, sino que también se integrara al entorno, generando un vínculo con la comunidad. Así, la demolición de la crujía central permitió abrir ese pasaje que conecta con el jardín, un espacio de encuentro para los animales y las personas”, señaló.
Por su parte, Sebastián Ádamo, profesor de la Escuela de Arquitectura y Estudios Urbanos, destacó que el desafío arquitectónico fue encontrar materiales que no solo garantizaran funcionalidad y rapidez en la ejecución, sino que también favorecieran el confort térmico y acústico. “La elección del vidrio para la crujía central, además de aportar luz natural, optimiza la circulación del aire, algo clave en espacios de uso constante. A su vez, la chapa corrugada refuerza la coherencia material de la intervención, integrando todos los elementos en un solo lenguaje”, agregó.
La obra, la cual empezó en septiembre de 2020 y terminó en mayo de 2022, enfrentó importantes desafíos, ya que su planificación comenzó en 2019 y la pandemia interrumpió su ejecución, obligando a adaptaciones en tiempos y metodología de trabajo. Asimismo, la inserción en una trama urbana densa requirió de una gestión cuidadosa para minimizar el impacto en la convivencia con los vecinos. La superficie total de la obra es de 220.90 m² en un lote de 250 m², con un costo de US$209.487,22.