Desde el reconocimiento a las escuelas verdes, hasta el lanzamiento de recursos innovadores que combinan lo ambiental con la tecnología, en el 2025 se concretaron nuevos proyectos y se fortalecieron propuestas que continuarán durante el 2026.
Desde comienzos de año, Escuelas Verdes sostuvo una agenda de propuestas para reforzar el compromiso de los jóvenes con el ambiente, a partir de distintas acciones e instancias propias o fortaleciendo articulaciones con otras áreas e instituciones. Por eso, durante el receso escolar de verano, el programa participó de «Vacaciones en la Escuela», el programa de colonias organizado por el Ministerio de Educación, ofreciendo un taller de papel reciclado plantable, que en 90 encuentros alcanzó a más de 2 mil estudiantes de Nivel Inicial y Primario.
En la otra punta del calendario, la gran noticia es que el año cerró con un récord de escuelas verdes: 726 establecimientos educativos fueron distinguidos por su compromiso con la educación ambiental y por la tarea diaria de promover la responsabilidad de los chicos a través de acciones y contenidos que promueven hábitos sustentables en sus comunidades. Dentro de esas escuelas, se incluyen 130 que alcanzaron la máxima distinción de «Escuela Consagrada», en reconocimiento a su trabajo a lo largo de los años y a la multiplicación de experiencias y conocimientos con otras instituciones.
Como cada ciclo lectivo desde hace 15 años, cuando nació el Programa Escuelas Verdes, acercamos a la comunidad educativa espacios de capacitación y formación docente, que este año alcanzó a más de 10.000 docentes de todos los niveles educativos. Asimismo, 15.200 estudiantes participaron de talleres, salidas didácticas a espacios verdes y sustentables, actividades que permitieron acercarse e interactuar con la naturaleza urbana.
Las diversas propuestas abarcaron un amplio abanico de temas, adaptados a cada nivel educativo. Se trabajó sobre la separación y gestión de los residuos en las escuelas, las huertas escolares y biodiversidad, cambio climático y energías renovables, entre otros.
Entre esos espacios de formación destaca la realización el 11er Seminario de Problemáticas Ambientales, que este año reunió a más de 100 docentes para abordar la Soberanía y Seguridad Alimentaria, en el que nuevamente en la Legislatura Porteña junto a especialistas, se reflexionó sobre el vínculo entre alimentación, territorios urbanos y sustentabilidad.
Además, a lo largo del año realizamos distintas propuestas para sumar y ampliar la voz de los jóvenes. El primero se concretó en el marco del programa Vacaciones en la Escuela, donde pudimos conocer sus ideas e iniciativas para enfrentar diversos desafíos climáticos. Continuamos con el Ideatón de Movilidad, en conjunto con el Ministerio de Infraestructura, para repensar la transitabilidad y el transporte en la Ciudad. También organizamos junto al Ministerio de Desarrollo Económico, «Hack the Future», el Hackatón de Cambio Climático, buscando potenciar el desarrollo profesional y emprendedor de los jóvenes para crear soluciones a desafíos climáticos relacionados al agua, los residuos, la alimentación y la energía. Por último, desarrollamos junto a la Subsecretaría de Ambiente, talleres en escuelas secundarias con la intención de sumar sus miradas frente al desafío de actualizar el Plan de Acción Climática de la Ciudad.
Otro hito muy importante de este año fue el inicio de la implementación de los nuevos Diseños Curriculares de Nivel Inicial y Primario, que por primera vez integran de manera explícita la educación ambiental como eje transversal, consolidando su lugar en el aprendizaje de los estudiantes, y promoviendo al desarrollo de habilidades vinculadas a los desafíos del siglo XXI.
En este año se concretó la 13ra edición de «Escuelas por el Riachuelo», un clásico que adoptó el formato de concurso para convocar a estudiantes de Nivel Inicial, Primario y Secundario a participar con una pieza visual creativa que concientice y difunda la importancia del saneamiento del Riachuelo. Más de 50 escuelas participaron de la propuesta, y en la jornada «Somos Agua», organizada en conjunto por el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires y la Cámara Argentina del Agua, se llevó a cabo la premiación para las tres escuelas ganadoras.
Una de las grandes novedades del año fue el lanzamiento del primer menú sostenible, una experiencia piloto desarrollada junto a Comedores Escolares en dos escuelas, con el objetivo de reducir las emisiones de dióxido de carbono. En ambas escuelas se registró una reducción superior al 85% en las emisiones de gases de efecto invernadero. Asimismo, este proyecto se acompañó con talleres de huerta y compostaje, integrando el aprendizaje con la acción concreta.
En línea con esto, las escuelas se fueron incorporando a las rutas de recolección diaria de residuos orgánicos generados en los comedores, un desafío logístico que permitió la recuperación de más de 230 toneladas de residuos orgánicos en las 40 escuelas incorporadas a las rutas, que fueron destinados al compostaje industrial para la producción de nueva enmienda orgánica, y que nos ahorramos enviar al relleno sanitario.
La gestión de los residuos fue uno de los ejes prioritarios del 2025, resaltando en cada espacio de formación y taller práctico la importancia de diferenciar y separar los residuos sólidos, orgánicos, reciclables y húmedos. Durante el transcurso del año, se realizó la entrega de equipamiento a las escuelas, para contribuir con la gestión responsable de cada tipo de residuo.
La educación ambiental también ocupó un lugar central en la Feria de Ciencias, alcanzando casi el 70% de los proyectos vinculados a la temática ambiental, de todos los presentados en la Feria. Esta participación masiva muestra no solo el interés de los estudiantes por comprender y actuar frente a los desafíos socioambientales, sino también el compromiso de docentes y equipos directivos en incorporar la sustentabilidad como eje pedagógico.
Junto al Programa Ciudadanía Global presentamos nuevos contenidos innovadores y herramientas para acompañar a las escuelas en la construcción de saberes y experiencias de aprendizaje significativas.
Pudimos presentar el Calculador de Huella Hídrica, una herramienta diseñada para que estudiantes y docentes puedan conocer el impacto de sus consumos diarios y promover hábitos más responsables. Este recurso fue presentado en el Museo de Arte Moderno, con el apoyo del World Water Film Festival, reafirmando el compromiso con la educación ambiental y el uso de la tecnología al servicio del aprendizaje y la sustentabilidad.
Algunas de estas propuestas y proyectos aparecen en la última edición de la Revista Escuelas Verdes que Inspiran.
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