domingo, octubre 6

El Gobierno recrudece la pelea contra “Chiqui” Tapia y ahora apunta a millonarios beneficios fiscales que recibió la AFA

La Casa Rosada puso en la mira el decreto 510 de la última gestión kirchnerista, que otorgó amplias exenciones impositivas al fútbol. Es parte del conflicto por el rechazo del jefe de Barracas Central a las Sociedades Anónimas Deportivas

En la pelea de fondo contra el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, por las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), el gobierno de Javier Milei tiene decidido desactivar millonarios beneficios fiscales que la última gestión kirchnerista les otorgó a los clubes. Al presidente de Barracas Central, la Casa Rosada lo tiene anotado entre los “bloqueadores del cambio” y, para enfrentarlo, le aplicará la misma receta: eliminar cualquier concesión otorgada por el Estado.

A solo cinco días de quedar virtualmente proclamado ganador de una elección sin adversarios, Tapia acumula frentes de conflicto con el Ejecutivo. Al rechazo de la Inspección General de Justicia (IGJ) a la reforma polémica del estatuto de la Asociación del Fútbol Argentino, se le sumó un nuevo revés que afectará no sólo a la caja de la entidad de la calle Viamonte, sino a todos los clubes que habían recibido el año pasado exenciones impositivas que la gestión libertaria no está dispuesta a renovar.

La mira está puesta en el decreto 510 y en la resolución 5439 de la AFIP que el año pasado, en medio de la campaña electoral, el último gobierno kirchnerista firmó para conceder a las entidades deportivas de todas las divisiones un régimen especial para las obligaciones y deudas vinculadas a aportes y contribuciones de la seguridad social y otros pasivos impositivos.

En el Gobierno dicen que es “una bazuca” que está apuntada contra los “privilegios” que recibió el mundo del fútbol argentino, que fueron otorgados por la gestión anterior como parte de los compromisos electorales. Es una narrativa bélica que explica cómo el gobierno de Javier Milei tomó el rechazo de “Chiqui” Tapia a la puesta en marcha de las SAD: como una declaración de guerra.

El presidente de la AFA no sólo resiste el ingreso de capital privado a la propiedad de los clubes, sino que alineó a toda la dirigencia del fútbol detrás de su posición, hizo votar cláusulas anti SAD y anticipó las elecciones para extender su mandato en la AFA más allá de la Presidencia de Milei. “Si quieren jugar duro, tienen que saber que nosotros también. El gobierno anterior les dio privilegios que el Estado tiene que revisar todos los años. Esos beneficios no se van a renovar”, explicaron a Infobae fuentes oficiales.